La sensación de lucha constante, de ver tu alrededor y encontrarte soportando el dolor, una y otra vez. Cuestionar el camino, escapar del perfeccionismo, hacer una elección, tratar de entender quien sos, sentir frustración, buscando un refugio y caer en brazos de la vergüenza. Tener que amigarte con la soledad mientras que aceptas que vas desparramando ilusión creyendo que ya el momento pasó. Una guerra que dice no tener final y promete una revolución. Intentando desintegrar las creencias que hoy me mantienen alerta, renovando la confianza en mis pasos aunque cuando llega la noche son mis penas a las únicas que veo. ¿Cómo familiarizarme conmigo de nuevo y jugar a mi favor? Yo no conocía el exterior, pero lo pisé pasando la raya, sintiendo una especie de adrenalina, viviendo de instantes... pensando que era lo que necesitaba. Cuando me quise acordar ya estaba muy lejos de casa pero tuve que volver y ya caminaba distinto, el paisaje brindaba algo distinto, no puedo ignorar la transformación de mis emociones, algo esencial cambió y mi corazón no deja de tener memoria. Hay ruido, mucho ruido, son mis miedos, los tengo cerca, constantemente a la par, hoy llegan hasta a mi habitación donde los sueños no paraban de crecer, dónde quedaron, a dónde tengo que ir a buscarlos.

¿Qué me hace falta aprender? ¿Cuándo fue que deje de hacerme caso? Las ganas envueltas de contradicción, las ideas enjauladas, el pasado abajo de la cama, y yo tratando de alcanzarme en mi interior.

Muchas razones corretean por ahí pero ninguna me justifica...

Todo este tiempo, aunque se me nublaba la vista, siempre supe que tenia que estar en donde estaba y aunque había muchos momentos en los que no llegué a estar, siempre supe a donde regresar, al disfrute. La vida se va, qué ingenuos que somos a veces, la mayoría del tiempo…

Vivir es urgente, sí. Pero la sensación de lo incorrecto presiona, la ausencia de resultados angustia, y la desesperación nos alcanza por no ver el reflejo de lo que tanto anhelamos, por qué tanta obsesión con el futuro. Me hago muchas preguntas y la falta me arde, me quema, me desborda. Algunas veces me gana la emoción, me recorre la crisis, me hunde la ansiedad por la incertidumbre de mi mañana. Y no por lo incógnito sino por mis propósitos que me rugen tan fuerte viéndolos todavía, tan lejanos.




                                                                                                                                LEO DE VITA





Comentarios

Entradas más populares de este blog

Me encuentro (?)

Grábatelo. De: mi. Para: mi.