Grábatelo. De: mi. Para: mi.

De a poco te reconoces mas fácilmente. Te la pasas hablándole a tu niña interior cada vez que tus ojos no pueden parar a tus lagrimas. Te preguntas qué es lo que te hizo tanto daño alguna vez... hasta llegas a pensar en que alguien te esta haciendo algún gualicho pero te recordas que vos nunca creíste en eso. Y así se suman las partidas, ¿volver a jugar? ACEPTAR. ¿ready? GO! y, o te quedas sin wifi, o se te corta la luz, o te derrotan, o se te traba el juego por calentamiento, o... y ganar?. No es que nunca ganaste, tenes muchos acumulados, pero dejaste de sonreír, estas mejor pero no brillas como sabes, las estrellas en tu camiseta no las ves.

Te encontras en un momento en donde todo lo sentís de color gris cuando siempre fuiste de blanco o negro. Te encontras en el mismo lugar, mirándote al espejo, sintiéndote como... ¿Cómo te sentís? Tenes la sensación de que recién te estas descubriendo, a pesar de que en el fondo te sentís especial, esos pensamientos que te dicen "tenes mucho y estas haciendo poco", "queres ser muchas cosas pero te veo siendo nada", "estas estancada".

Queres saber a dónde te lleva todo esto, ¿tendré un destino?. 

Te frustra no estar aprendiendo algo porque los errores se repiten, te frustra seguir queriendo estar sola cuando tu corazón pide un tiempo, te frustra no poder cumplir con lo que te prometes, te frustra sentir tanto y no podértelo demostrar, te frustra tu alrededor, te frustra querer cambiarlo todo ¿y?.  Te frustra intentar volver a prender la luz de tu habitación a pesar de que la pared haya absorbido el interruptor por mucho tiempo y notar que al fin de cuentas no tenes ningún resultado.

Te duele caer en cuenta de lo que ignoras a diario porque te haces la fuerte, no lo niegues mas. Esa es tu coraza, siempre lo fue. Tratar de encerrarte en tu burbuja, en tu imaginación, en tu pasión y ahora no te queda otra que tenerte compasión. Te duelen un montón de cosas y ¿qué? también sos eso, sos sensible, frágil y aunque armes una linda imagen sobre todo lo que te pasa no significa que superaste, que ya lo ves distinto, no, no te mientas porque mientras callas, tu cuerpo habla. Pregúntale a tu corazon, que empieza a correr por momentos queriendo salir de ti golpeando tu pecho muy seguido o sino pregúntale a tu piel, que te deja marcas, o a tus manos, que van hacia tu boca defendiéndose con las uñas de sus dedos, o mejor, pregúntate a ti misma, qué es lo que te hace falta.

Siempre creíste que te conocías muy bien, que tenias las cosas claras, que sabias lo que te gustaba y lo que no, que podías con todo, que eras diferente, ¿dónde quedó todo eso?. Parece que te metiste en un mundo al revés y nadie te advirtió.

Tenes ganas de compartir lo que sos con todo el mundo, pero no terminas de entender que no sos perfecta, no todo es color de rosa en tu vida, no te las sabes todas aunque quieras ayudar a los demás. Tenes oscuridad, a veces vivís en tu vulnerabilidad y eso no podes dejarlo de lado, también sos vos. Tenes miedo de salirte de la raya, de una raya que vos misma te marcaste y que ya no te está cuidando porque CRECISTE y que solo te permite soñar, no vas concretamente hacia tus sueños. 

Dudas. ¿Por qué dudas teniendo tantas certezas a tu favor? Permitite ser, con lo bueno y con lo malo. 

Vivís buscando reconocimiento y sabes que no se trata de llamar la atención sino de una misión pero no logras combatir contra esa parte de vos que quiere jugar a ser obediente. Crea tus propias reglas y que realmente no te importe el que dirán, que no te importe lo desconocido, vos ya te conoces lo suficiente, no mires al costado cuando cuentes algo que te duele, algo que te pasó, cuando muestres a los tuyos, cuando des tu opinión sobre algo... concéntrate, anímate y verás. 

La vida no es una carrera, no tenes que convencer a nadie de absolutamente nada, no le tenes que caer bien a todo el mundo, no tenes que ser la mejor, nadie te exige nada, no tenes que aparentar algo que todavía no sos, no tenes que competir, no tenes que sanar a ninguna otra persona, no tenes que hablar por el otro ni defender lo que realmente no te llama, deja de involucrarte, aprendé cómo y cuando, no tenes un don, bajá a la tierra. No hay apuro.

No te olvides mas de esa parte negra, porque te completa, te expande, te enseña y pensándolo mejor, da mas qué hablar. La forma no importa mucho, importa que dejes atrás lo que crees correcto. Grábatelo.