La verdad del encierro

Disfrutar de lo pequeño, hace todo mas satisfactorio y duradero.

Los días se vuelven interminables. Cada vez que siento que estoy cerca, me hundo más. ¿Por qué? ¿Por querer saber la verdad? No hay forma, no veo nada, una y otra vez vuelvo con lo mismo. 

Mis papas siempre fueron una incógnita. Mis sueños dependían de mi alrededor, el sentimiento no era esencial. Se podía o no, estaba mal o bien, quería o no... daba igual. Tenia que soportar lo que los demás decían de mi, ignorar lo que sentía, tenia que luchar sola. Por miedo, si. No podía contarles porque no tenia la certeza de que me escucharan. Siempre me sentí un problema, una bolsa de papas, un paquete. Siempre tuve la verdad en mis manos porque estaba encerrada, encerrada entre dos mundos paralelos, mundos distintos, mundos que ya no encontraban su camino, no encontraban solución. Yo estaba en el medio, yo tenia que decidir, yo era la solución. ¿Y? Aun así el dolor aumentaba, el insomnio era mi mejor amigo, mi realidad se desvanecía. Lo que creía verdadero era un chiste, lo que rescataba entre tanto enredos me hacia débil, ya no hacia efecto. ¿Quieren saber qué rescataba del caos que acabaron de ver? Que los tenia, que existían, que sabían de mi existencia, que a pesar de todo, mama me decía "buenas noches hija" aunque al rato era golpeada por papa. Un segundo para mi era lo mas eterno que tenia. 

Papa llegaba a casa y le preguntaba a mama si yo había comido. Mama queriendo ignorar su mal trato, respondía que si. Siempre había un silencio antes de que todo explotara, me daba tiempo a agarrar mi bici e irme a pasear por el barrio, no podía irme tan lejos porque sino papa retaba a mama, decía que me descuidaba. Tenia que pensar en mama, tenia que hacerle todo mas fácil aunque mi destino me tire hacia el otro lado, tenia que observar y callar, tenia que perdonar, tenia que ser una niña bien. Yo me preguntaba como logro ser una niña bien entre tanto mal. No tenia amigos, no encontraba algo que me gustara hacer, siempre tenia que estar pendiente de no perder nada mas. 

Formaba parte de la familia "fantasma" "rara"... hasta que todo se terminó. Ese día decidí escuchar, decidí ver y HACER ALGO. Aunque mis papas eran lo único que tenia, decidí pedir ayuda. Toda mi vida pensé que ellos me salvaban del exterior pero ellos eran el encierro que me consumía.

Si te encontras en esta situación o algo similar. O simplemente sentís que hay una verdad que rechazas por miedo al rechazo, al fracaso. Dite a ti mismo/a BASTA. Ya diste mucho de vos, ya viviste vacío mucho tiempo, ¿para que todo siga igual? No alcanza con escapar un rato, no sirve de nada ser alguien que no sos para satisfacer a tu alrededor, no sirve vivir encerrado, di tu verdad, sálvate, pedí ayuda y deja ayudarte. No todo es de un día para el otro, de eso se trata, que el proceso largo no te atrase a cumplir tus objetivos.

En fin, todo parecía estar bien. Mi mama me ocultaba el lado cruel de las cosas mientras que mi papa me las hacia ver. Fui un error, esa noche me mostraron la verdad. Eran la verdad del encierro. La verdad del encierro que todos los días me hacían reemplantan mi futuro. La verdad del encierro que aplastaba mis deseos mas profundos. La verdad que esa niña bien encerraba en lo mas profundo de su corazón. Lo que la detenía, lo que la limitaba, lo que la dividía en dos partes pero esa niña bien se convirtió en lo que quería ser. Hoy en día está entera, hoy en día esa verdad del encierro la potencio, la ayudo a buscar el éxito que se merecía, esa niña bien hoy esta libre y feliz.

                                

                                                                                                                Autora: Leonella De Vita.